El crecimiento del segundo semestre fue para los conflictos laborales

Las protestas por cuestiones salariales, despidos y suspensiones se incrementaron un 30% en septiembre respecto al mes anterior. El aumento se dio especialmente en el ámbito público, con reclamos para reabrir paritarias y en rechazo al bono acordado entre la CGT y el Gobierno.

Hubo un índice que sí creció y sigue creciendo en el tan esperado segundo semestre. Lejos de la prometida recuperación económica, la cantidad –e intensidad- de los conflictos laborales continúa en aumento: en septiembre se incrementaron en un 30 por ciento respecto a agosto y fueron más del doble en relación a julio.

Los datos se desprenden del  último informe del Centro de Economía Política Argentina (CEPA), que releva periódicamente las protestas gremiales y sociales. De acuerdo al registro, el motivo principal de los crecientes reclamos es la pérdida del poder de compra de los salarios. En segundo lugar, le siguen los despidos y suspensiones.

“Nuevamente ha aumentado la conflictividad, sobre todo en el sector público. Los casos se caracterizaron por el reclamo de reapertura de las paritarias, a lo que se incorporó el rechazo al bono como compensación”, dijo Hernán Letcher, director del CEPA.

Las protestas de los trabajadores públicos tuvieron un crecimiento de 333 por ciento con respecto de julio, y del 38 por ciento respecto al mes de agosto. Así, en el tercer trimestre de 2016 la conflictividad laboral en el Estado tuvo un fuerte ascenso, en su mayor parte vinculado al pedido de recomposiciones salariales. También, con el rechazo al bono de fin de año acordado por la CGT y el Gobierno, teniendo en cuenta que los sindicatos de trabajadores del Estado más combativos son parte de las dos CTA.

De hecho, el CEPA recordó que en el sector público todavía no se resolvió la situación de los empleados del Estado nacional y sólo seis provincias anunciaron el pago de un bono para los estatales provinciales.

Por otra parte, el último informe del centro que coordina Letcher reflejó que el segundo semestre tuvo conflictos laborales más extensos, con más de la mitad de los casos de difícil solución. En tanto, la mayor cantidad se produjo en la Ciudad de Buenos Aires (21,4 por ciento) y la provincia de Buenos Aires (17,5 por ciento). Al mismo tiempo, hubo protestas en veinte provincias.

Entre los trabajadores de las empresas privadas, por su parte, el incremento de los conflictos fue algo menor que entre los públicos. En este sector se manifestaron sobre todo por reclamos salariales y referidos a despidos y suspensiones. El 27,9 por ciento se desarrolló en la industria, el 26,7 en el sector transporte y el 18,6 por ciento de los casos en el área de servicios.

Entre las empresas donde hubo fuertes conflictos laborales estuvo la avícola Cresta Roja, un caso usado por el Gobierno al inicio de su gestión para dar cuenta de la supuesta resolución de conflictos y la reapertura de fuentes de trabajo. También se registró conflictividad en Molinos Cañuelas, Bimbo, Techint, Siderca Campana y Brighstar, Tarcol, Guilford y General Motors, entre otros.