El gobierno de Milei frenó la homologación de la paritaria de la UOM: crece la tensión con el sector

La Secretaría de Trabajo frenó la homologación del acuerdo salarial firmado con las cámaras empresarias y desde la UOM advierten que podrían volver las medidas de fuerza.

 

La Unión Obrera Metalúrgica (UOM) firmó un acuerdo paritario con las cámaras empresariales, sin embaro, el gobierno de Javier Milei a través de la Secretaría de Trabajo frenó la homologación. Crecen las tensiones y el gremio podría volver con medidas de fuerza.

 

El acuerdo contempla sumas no remunerativas y un nuevo Ingreso Mínimo Global de Referencia (IMGR) y fue firmado el pasado 4 de junio. Todavía se espera la validación de la Secretaría de Trabajo, que dirige Julio Cordero, exfuncionario del Grupo Techint.

 

El gremio que lidera Abel Furlán considera que hay una decisión política detrás de la demora. Mientras otras organizaciones, como la UOCRA, lograron la convalidación de sus acuerdos, la UOM denuncia que su cercanía con sectores del kirchnerismo la convierte en blanco del oficialismo.

 

“Parece que no aceptan que podamos alcanzar un entendimiento que mejore el salario de los trabajadores”, expresó Rubén Urbano, secretario de prensa de la UOM a BAE Negocios.

 

Según informó Infogremiales, el convenio establece una serie de aumentos progresivos entre abril y agosto, combinando porcentajes de entre 1% y 3,3% con pagos fijos no remunerativos de hasta 30.000 pesos.

 

Además, incorpora una cláusula de revisión para reabrir la negociación en septiembre. A pesar de algunas tensiones internas, la mayoría de las cámaras —como Adimra, Afarte, Caiama, Fedehogar y AFAC— respaldaron el acuerdo, excepto Camima, que se desmarcó por considerar que las pymes no pueden sostener los incrementos.

 

Desde la UOM advierten que si no hay avances en los próximos días, se activará el plan de lucha aprobado en abril, lo que pondría en riesgo la paz social y la continuidad de la actividad en sectores industriales clave. Las empresas, por su parte, también reclaman la homologación como garantía para mantener la estabilidad laboral.

 

La falta de convalidación oficial, en un contexto de fuerte ajuste económico y caída del poder adquisitivo, convierte a esta paritaria en un caso testigo para el futuro inmediato del modelo de negociación colectiva en la Argentina.