La movilización será el 2 de octubre, a las 17 hs, en defensa de la educación pública, la ciencia y el sistema universitario nacional.
El Consejo Interuniversitario Nacional (CIN), junto a los organismos que representan a los docentes y no docentes (el Frente Sindical de Universidades Nacionales) y a los estudiantes (la Federación Universitaria Argentina) anunciaron una nueva Marcha Federal Universitaria para el próximo 2 de octubre a las 17 hs.
Además, la Federación de Educadores Bonaerenses (FEB) y SUTEBA se plegaron al paro y movilización.
«Esta marcha es en defensa de la educación pública, en defensa de la universidad pública argentina, y fruto de un tortuoso 2024. Hemos vivido con mucha angustia a la hora de gestionar las universidades. Esta marcha va a ser en función de solicitar la promulgación de la ley de financiamiento universitario. Si tenemos de aquí al 2 de octubre un veto del Presidente, esta marcha le va a solicitar a los diputados nacionales que puedan acompañar la ley de financiamiento universitario», remarcó el presidente del CIN, Victor Moriñigo.
«Para nosotros no es cómodo andar realizando protestas, marchas y expresando nuestro descontento, pero entendemos desde el Consejo de Rectores que es momento de acompañar a nuestros trabajadores que tienen un retraso de 50 puntos contra la inflación, que además están discriminados y tienen 20% por debajo sus salarios con respecto a los trabajadores del Estado, y a acompañar a los estudiantes», admitió.
Yamile Socolovsky, representante de CONADU, afirmó que «estamos en una situación que no se daba en la Universidad desde hace más de 20 años, que es la de tener trabajadores y trabajadoras por debajo de la línea de pobreza».
En tanto, el vicepresidente del CIN, Oscar Alpa, reveló: «Hace unas horas, los rectores firmamos un documento, seguramente se va a leer en la marcha, que se llama ´El compromiso de un país con su sueño de seguir siendo una Nación´, y refleja lo que planteamos desde el sistema universitario. Una universidad comprometida con la realidad económica, que va a ser justamente el motor de la decisión de muchas acciones económicas. Porque estamos convencidos de que no es una cuestión económica. Con esta ley no estamos hablando solo de financiamiento, sino de prioridades. Esta ley, para nada distorsiona la economía, todos los argentinos queremos una economía estable. Al contrario, lo que se está haciendo es distorsionar las prioridades».
«Estamos convencidos de que no es un problema de financiamiento, es un problema de prioridades. Ojalá el presidente de la Nación tenga el mejor de los asesoramientos para que se nos llame pronto y podamos conversar sobre cómo podemos hacer para financiar el sistema universitario y la ciencia y la tecnología en nuestro país», cerró Moriñigo.
La Ley de Financiamiento Universitario se aprobó en el Senado el 12 de septiembre. Durante la votación en general, la iniciativa obtuvo 57 adhesiones, 10 rechazos y una abstención: el proyecto superó de manera holgada los dos tercios. Sin embargo, el Gobierno anunció sus intenciones de veto.