Gremios rosarinos no ocultan supreocupación por lo que deparará 2019

Tras asegurar que 2018 fue un año «muy malo» para los trabajadores, la dirigencia sindical proyecta una mayor conflictividad.

 Referentes gremiales de distintos sectores de la actividad laboral de Rosario coincidieron en que 2018 «fue un año muy malo» para los trabajadores y, en ese sentido, no ocultaron su preocupación de cara a 2019.

Antonio Donello, secretario general de la UOM Rosario, fue tajante: «El balance de 2018 es muy malo, negativo. Estamos preocupados por que se viene en 2019, que puede ser igual o peor».

Humberto García, secretario general del SuteryH (encargados de edificios), señaló que «los más perjudicados fueron los trabajadores y los jubilados».

«Este año que se termina trajo una dura lucha contra la oligarquía empresarial, pero afortunadamente siempre fuimos apoyados por el trabajador para defender los puestos de empleo. Somos dirigentes que les ponemos el pecho a las adversidades», enfatizó el gremialista.

Oscar Barrionuevo, secretario general del gremio de Obras Sanitarias, expresó que 2018 «fue malo por la intromisión de empresas contratistas que, de hecho, dejaron una imagen oscura inimaginable y han contratado trabajadores golondrinas con miseros salarios y elevados costos en las obras». Y agregó: «Queda una sensación de actos espurios con manchas inolvidables».

Leandro Bond, secretario general del Sutracovi (peajes) indicó que «el balance es muy malo». En ese sentido, rememoró: «En 2016 comenzó la debacle del país y no fuimos ajenos. Somos un gremio de servicios y, desde el año pasado, el gobierno nacional venia prometiendo una explosión en obra pública y, de hecho fue, un fracaso».

«Concretamente, hablamos del proyecto de participación pública privada (PPP), donde han dejado a 200 compañeros sin trabajo, y en la ruta 33 vienen demoliendo peajes pero, por suerte, pudimos reubicar a parte de los compañeros. Para colmo, para el año próximo ya se anunció que sacarán las balanzas (pesos de camiones) de todas las rutas nacionales, por lo que repercutirá con posible aumento de índices de accidentes», disparó el dirigente.

Repaso

Walter Palombi, secretario general del gremio de Correo e integrante del Movimiento Sindical Rosarino (MSR), subrayó: «Fue un año complejo que arrancó en enero pasado con un procedimiento de crisis que pretendía bajar salarios y despedir compañeros. No lo pudieron llevar adelante por nuestra resistencia gremial».

«Ahora, llegamos a fin de año con cierta tranquilidad y tratando de cerrar el ultimo trimestre (enero, febrero y marzo) referente al salario, en el marco de un contexto nacional que fue malísimo y en el que se profundizó un modelo neoliberal que amplía el hambre y la miseria en el país. En ese contexto, el MSR ratifica su compromiso de seguir en las calles combatiéndolo y para que en este 2019 electoral el modelo sea derrotado en las urnas».

Para Claudia Indiviglia, secretaria general del sindicato del trabajadores estatales Norte, 2018 fue un año «pésimo y regresivo en el que empeoró el servicio del Pami y las paritarias quedaron muy por debajo de la inflación».

Rubén Pérez , secretario general del gremio de Gas, Petróleo y Biocombustibles del sur provincial, apuntó: «Es lo que la gente votó. No creo que haya un solo sorprendido en este país. La realidad que hoy nos toca era la esperada y lógica y, de hecho, es muy negativa. La gente sigue siendo artífice de su propio destino».

Paralelamente, José Aguirre, integrante del gremio ceramista de Capitán Bermúdez, también trazó un balance negativo como consecuencia de las medidas aplicadas por «un gobierno liberal antiobrero y antipatria, con una matriz económica que sólo beneficia a los sectores poderosos».

Por su parte, Marcelo Andrada, secretario general del gremio de Recolectores de Rosario, puntualizó: «El balance no fue positivo. Todos los trabajadores hemos perdido poder adquisitivo y en 2019 seguiremos luchando en las paritarias y esperemos empezar bien».

Sergio Ricupero (Gastronómicos) indicó que «la transferencia de fondos públicos y la plata de los trabajadores hacia sectores concentrados de poder, como las empresas energéticas, entre otras, hizo que cayera el consumo».

«En nuestra actividad, que depende mucho del consumo, la caída fue enorme e hizo perder puestos de trabajo y entrar en crisis a muchas empresas», sentenció el dirigente.