El velorio del histórico sindicalista gráfico y ex titular de la CGT, convocó a diferentes dirigentes de las centrales obreras y políticos de diferentes extracciones.
Raimundo Ongaro, falleció el pasado lunes, a los 92 años. A su velatorio asistieron diferentes dirigentes sindicales y políticos, entre ellos la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner.
El actual secretario general del gremio gráfico, Héctor Amichetti, dijo a Télam que «la pérdida de Ongaro es un dolor enorme, fundamentalmente por lo que significó no sólo para los gráficos, si no para el conjunto de los trabajadores».
«Raimundo fue el símbolo de lo que dieron en llamar aquellos compañeros de la Resistencia, lo que era la práctica de un sindicalismo de liberación, donde mostraban una acción de unidad de los trabajadores en función de un proyecto de país, por eso aquellos famosos programas de La Falda y Huerta Grande», agregó.
Por su parte, el ex titular de la Central de Trabajadores Argentinos (CTA) y ex diputado nacional, Víctor De Gennaro, sostuvo que «Ongaro fue la referencia ineludible y la conducta viva de lo que era el ideal del sindicalismo de liberación».
«Raimundo fue la expresión de un sindicalista pleno de potencialidad, no sólo de una conducta personal que fue intachable, sino que además demostró que se puede vivir como un trabajador y tener orgullo de ser trabajador», añadió.
También asistieron el ex jefe de Gabinete de Ministros, Juan Manuel Abal Medina; el ex ministro de Trabajo, Carlos Tomada; el ex senador Oraldo Britos; el ex diputado nacional Carlos Gdansky; el ex presidente de Aerolíneas Argentinas, Mariano Recalde y su padre, el abogado laboralista y diputado por el Frente para la Victoria, Héctor Recalde, y el ex legislador radical cercano al kirchnerismo, Leopoldo Moreau.
Por el ámbito sindical estuvieron además de De Gennaro y Pepe, Sergio Palazzo y Eduardo Berrozpe (bancarios); Hugo Godoy (ATE); Horacio Ghillini (Sadop); Carlos Minucci (Personal Superior Luz y Fuerza); Carlos Barbeito Molineros; Osvaldo Ladarola (Telefónicos) y Hugo Melo (UOM-La Matanza, entre otros.
De la línea revolucionaria de John William Cooke en el interior del Justicialismo, Ongaro se opuso al sector sindical de Augusto Timoteo Vandor que estaba dispuesto a negociar con la dictadura de Juan Carlos Ongania. En 1968 fundó la CGT de los argentinos, con un perfil combativo y en disidencia a las que dirigía Juan Ignacio Rucci.
Desde la CGTA respaldó el Cordobazo, llevado adelante en la última semana de Mayo del 69, en donde los trabajadores se rebelaron contra la dictadura y tomaron la ciudad de Córdoba. Fue encarcelado junto a Agustín Tosco y Elpidio Torres, pero al recuperar la libertad organizó el movimiento «Peronismo de Base».
Opositor al peronismo «de derecha» que plasmó José López Rega junto a Isabel Perón, en la creación de la Triple A por quienes fue detenido en 1975 y quienes asesinaron a su hijo Alfredo mientras se encontraba a disposición del Ejecutivo nacional por el Estado de Sitio. Luego pudo exiliarse.
Ongaro regresó al país con la vuelta de la democracia bajo el gobierno de Raúl Alfonsín. En 1989 apoyó la candidatura del entonces gobernador riojano Carlos Menem y tuvo un papel activo durante el Argentinazo de 2001 en donde apoyó a la recuperación de las fábricas y a las distintas experiencias cooperativas y de autogestión.